sexta-feira, 31 de julho de 2015

Las manos humanas son más primitivas que las de los chimpancés


La mano humana se distingue de la de los simios por un pulgar proporcionalmente más largo en relación a otros dedos, lo que se ha relacionado funcionalmente con la manipulación selectiva y la forma de locomoción. Sin embargo según Sergio Almécija et al (2012) el pulgar largo es una característica primitiva y por tanto no está relacionada con una capacidad reciente de manipulación; fueron los simios los que más evolucionaron alargando los otros dedos y acortando el pulgar.

Sergio Almécija, Jeroen B. Smaers y William L. Jungers han estudiado las proporciones de las manos de humanos y otros simios, incluyendo fósiles de Proconsul heseloni, Hispanopithecus laietanus, Ardipithecus ramidus, Australopithecus sediba y Homo neanderthalensis y han EFECTUADO un análisis evolutivo.

Los resultados revelan altos niveles de disparidad en las proporciones de las manos entre los Hominoidea modernos, que se EXPLICAN por diferentes procesos evolutivos:

  • Evolución autapomórfica en Hilobatidae: alargamiento extremo de los dedos incluido el pulgar.
  • Adaptación convergente en chimpancés y organgutanes (evolución homoplásica): alargamiento de los dedos, en menor grado que Hilobtidae, pero no del pulgar.
  • Pocos cambios en Gorillini y Hominini (evolución plesiomórfica).
  • Ar. ramidus es intermedio entre humanos y chimpancés, pero con pulgares CORTOS
Estos resultados apoyan el siguiente escenario evolutivo:
El esqueleto de los Homininae evolucionó en mosaico, de modo que los simios existentes no son buenos modelos ancestrales.
En algunos linajes de simios, coevolucionaron las longitudes de las extremidades y las proporciones de los dedos en un contexto de adaptación a la suspensión bajo las ramas.
Las similitudes en las proporciones de la mano entre humanos, gorilas y el simio ancestral africano indican que los dedos muy largos no fueron un requisito para el nudilleo.
Estas similitudes también indican que la longitud de los dedos de los australopitecinos no IMPEDÍAN la escalada a los árboles.
En los seres humanos, las longitudes de los dedos, incluyendo el pulgar, sólo se han modificado ligeramente desde el ancestro común más reciente con Pan, probablemente en relación con el refinamiento en la manipulación, según lo sugerido por las similitudes convergentes con Cebus y Theropithecus.


Fonte:Paleoantropologiahoy

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